Wikia El Nuevo Orden
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Comillas de Cita inicio Tan letales como desleales. Comillas de Cita final

—Desconfianza de los oficiales japoneses


Pacifican Armed Forces
Estado República de Pacífica
Rama

Ejército Pacífico

Armada de Pacífica

Fuerza Aérea Pacífica

Cuerpo de Marines Pacífico

Guardia Costera Pacífica
Función Defensa de cualquier amenaza, tanto interna como externa, a la seguridad del territorio nacional patrio y de los intereses de la Mancomunidad de las Naciones del Pacífico.
Acuartelamiento Saint Francis
Cultura e historia
Aniversarios 21 de marzo de 1949
Guerras y batallas

Guerra Soviética

Guerra de Indochina

Guerra Civil China

Conflicto indo-pakistaní

Guerra de Siberia

Guerra mundial antiterrorista

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Las Fuerzas Armadas Pacíficas son las fuerzas armadas federales de la República de Pacífica. Consisten en cinco ramas: Ejército, Marina, Fuerza Aérea, Cuerpo de Marines y Guardia Costera.

Descripción

Las Fuerzas Armadas Pacíficas se formaron con las otrora tropas (terrestres, navales y aéreas) canadienses y estadounidenses que se rindieron o que fueron capturadas en el Pacífico, Asia, Oceanía y el oeste de Norteamérica.

Las fuerzas armadas pacíficas están entrenadas y equipadas por las fuerzas imperiales japonesas.

Historia

Orígenes y formación

Con la formación de los Estados Pacíficos de América, los japoneses no perdieron tiempo en dar una imagen de hegemonía al nuevo Estado y todas las ramas militares fueron oficialmente formadas el mismo día, a diferencia de sus otros Estados títeres. Las tropas estadounidenses y canadienses, que en esos momentos se dedicaban a realizar misiones humanitarias y de reconstrucción por todo el territorio, se transformaron en miembros oficiales de las Fuerzas Pacíficas de manera automática.

Los soldados ahora pacíficos seguían usando sus antiguos uniformes, insignias y distinciones, aunque los reemplazantes terminarían de producirse meses después. El enorme material y equipamiento militar que quedó de la industria armamentística estadounidense fueron utilizados para equipar al nuevo ejército.

Los prisioneros de guerra fueron liberados y se les ofreció la libertad si cumplían dos años de servicio activo en el ejército, o sea, en combate. Los que se negaban eran regresados a las cárceles, condenados a cumplir trabajos forzados, aunque, con el tiempo, cambiaban de idea y se incorporaban a las filas. La gran estafa fue que los soldados estarían años o décadas sin regresar a casa. Existían casos de prisioneros que nunca fueron liberados a causa de sus condecoraciones, ex-soldados que habían tenido un gran historial de combate contra los japoneses en cualquier frente.

El alistamiento fue voluntario, porque los japoneses no planeaban que los Estados Pacíficos se volverían fuertes con un gran ejército y se rebelaran eventuálmente, a través del servicio militar obligatorio. Como se hizo esperar, muy pocos voluntarios se presentaron al servicio, la mayoría por conseguir trabajo y mantener a sus familias. No obstante, los soldados en servicio estaban obligados a cumplir con su servicio militar hasta nuevo aviso.

Los oficiales japoneses en Norteamérica prepararon al nuevo ejército para invadir la Unión Soviética, ataque previsto para el 21 de marzo de 1949, para el cual disponían de unos cuantos meses.

Los representantes del gobierno japonés concluyeron que la participación militar de los Estados Pacíficos sería, a parte de una ayuda de primera línea a las tropas asiáticas (carne de cañón), el detonante perfecto para crear su propia identidad nacional, extinguiendo las marcas culturales estadounidenses y canadienses. A parte de eso, sería la distracción perfecta para la población de los problemas económicos, las secuelas de la guerra, el dominio japonés, etc.

Del otro lado estaban los reclutas, pacíficos nacidos en los nuevos Estados Pacíficos que nunca habían hecho el servicio militar bajo el gobierno de los Estados Unidos o de Canadá. Eran voluntarios, aunque no querían estar ahí, siendo que se habían unido con la promesa de una buena paga.

Mezcla y fusión

Para lograr la tan ansiada Pacificación, el proyecto japonés para crear a los pacíficos, se reorganizó el ejército de tal manera que los canadienses encajaran en todas las unidades estadounidenses, al ser estos últimos una inmensa mayoría.

La misión era dispersar a los canadienses en pequeños grupos por todas las divisiones estadounidenses, efecto que crearía la unión entre los dos pueblos en un solo, con el pasar del tiempo, claro. Los japoneses iniciaron medidas sociales para que las familias canadienses tuvieran más hijos, los cuales se integrarían con los yanquis de grande y empezarían a fusionarse en las fuerzas armadas.

La crisis

En casa, las primeras revueltas del pueblo contra el gobierno pacífico y los ocupantes japoneses habían empezado. La gente exigía su libertad y la desaparición de los Estados Pacíficos de América, país artificial títere de Japón. El gobierno, al ser una marioneta del Imperio, no podía controlar a la población sin la ayuda parapolicial de sus amos amarillos. Los japoneses formaron una unidad policial especial compuesta por oficiales súmamente leales al nuevo gobierno. Esta unidad tenía la autoridad y la obligación de reprimir con dureza a los revoltosos, guerrilleros e insurgentes, muchos de los cuales eran simples civiles. Al principio, los policías de la unidad se sentían traidores por atacar a su propia gente y por colaborar con los ocupantes, pero las cosas fueron cambiando a medida que cumplían más misiones.

Mientras, la propaganda pacífica retrataba a sus lejanos soldados como héroes en una lucha sin cuartel contra el comunismo, resaltando las heroicas acciones de casos específicos, como el soldado Alan Smith. Los japoneses se esforzaban al máximo por ayudar al gobierno pacífico en su administración del país, con resultados dispares. El objetivo principal era inculcarle a la población la idea de una nueva nación.

En el frente, el ejército empezaba a sufrir sus primeras bajas de desgaste contra la guerrilla. Los cajones empezaban a llegar a la Patria. Mes tras mes, los muertos aumentaban. Los soldados no sabían nada sobre las revueltas en su tierra natal porque los nipones prohibían esta información. Los años pasaban y los hombres empezaban a entrar en la desesperación. Sin importar cuántos guerrilleros mataran o cuántas ciudades o pueblos apaciguacen por la fuerza, la determinación de la resistencia hacía a la guerra imposible de ganar o de terminar.

Regresando al ámbito militar, los nuevos soldados creían que combatían al comunismo y estaban ansiosos por entrar en combate. Vietnam era un escenario de masacres diarias y exigía constántemente refuerzos. Los viejos soldados pacíficos estaban hartos de 16 años de guerra en ese país y estaban perdiendo la cordura. Los nuevos pudieron cambiar la situación por un tiempo, pero empezaron a tener muchas más bajas, a causa de su ciego fanatismo que los llevaba rápidamente a la muerte. Los japoneses les suministraban drogas psicoactivas para mejorar su rendimiento en combate, lo que provocaría que adquirieran patologías severas y que no se adaptasen al ámbito civil al regresar a sus hogares.

Los soldados pacíficos eran casi tan letales como los japoneses, pero, de igual manera, eran arrogantes, cegados por el orgullo.

La contraparte de los Estados Pacíficos era la Unión Americana, la heredera natural de los antiguos Estados Unidos, nación títere de Alemania. Con el auge de la Guerra Fría, los EPA y la UA eran las dos caras de la misma moneda y sus respectivos dueños se esmeraban por relucirlas ante el mundo.

Durante la segunda guerra indo-pakistaní, los pacíficos lucharon al lado de los indios contra los estadounidenses y los pakistaníes en guerras proxy. Entrenados y armados por las Waffen-SS, los estadounidenses superaron en desempeño a los pacíficos en Pakistán Oriental, quienes eran tropas con entrenamiento regular. Ambos países estaban empeñados en enfrentarse diréctamente unos a otros para demostrar el éxito de sus amos alemanes o japoneses. Los pacíficos empezaron a armar unidades de fuerzas especiales para igualar a su contraparte.

Sin embargo, el poder real de las fuerzas pacíficas residía en su Armada, la fuerza naval, la rama que, cuando estadounidense, había causado tantos desastres en la marina nipona durante la 2GM. La veterana Armada Pacífica fue usada para combatir a la de Alemania y las de sus aliados en el Océano Índico, con resultados espectaculares.

Los Estados Pacíficos de América fueron, históricamente, un país guerrero. Participó en todas las guerras que involucraron a Japón y cosechó incontables victorias y derrotas. Sus soldados se ganaron el respeto de sus enemigos, aliados y de su propia gente. Una particularidad es que las tropas pacíficas se encontraban en todos lados, menos en su propio país.

La nueva generación de soldados

A partir de 1965, empieza una nueva etapa en las fuerzas armadas y en todos los ámbitos y aspectos nacionales en general. Los primeros auténticos ciudadanos pacíficos (nacidos luego de la creación del país) habían cumplido la mayoría de edad y empezaban a participar de las actividades nacionales a plenitud. Estos ciudadanos habían sido fanatizados por los japoneses durante toda su infancia y juventud. A través del servicio militar obligatorio, convirtieron en soldados súmamente leales a su gobierno y obedientes a los japoneses. Se les enseñó a amar a su patria, los Estados Pacíficos de América. Esta primera generación de pacíficos estuvo destinada casi complétamente a las fuerzas armadas y de seguridad, más a la policía, debido a que los insurgentes anti-japoneses y opositores al gobierno no cesaban sus actividades guerrilleras y a que muchos policías desertaban y se unían a los rebeldes. Condicionados por su fanatismo y lealtad, la nueva policía masacró a la guerrilla bajo estricta observación de sus jefes japoneses, quienes se mostraban bastante satisfechos con la eficacia demostrada. Muchos de los policías cuya lealtad estaba puesta en duda fueron encarcelados o despedidos o, en algunos casos, ejecutados.

Guerras

Segunda Invasión de la Unión Soviética

Para el 1 de marzo, todos los soldados pacíficos estaban preparados para ser desplegados en China y en Rusia. Dos grandes ejércitos completos y bien equipados llegaron a sus destinos el 5 de marzo. Estaban ahí para destruír el comunismo de los chinos y de los soviéticos.

El 21 de marzo de 1949, las potencias fascistas de todo el mundo declaraban la guerra a una debilitada pero feroz Unión Soviética, e iniciaron la campaña militar más grande la historia, con más de veinte millones de tropas entrando en territorio comunista. La invasión de Japón y sus aliados a la URSS se conoció como la guerra soviético-japonesa (Operación Kantouken). Ese mismo día, el ejército pacífico inició sus primeras acciones militares. En conjunto con japoneses y sus aliados, los pacíficos lucharon valiéntemente contra la resistencia china y contra los soviéticos. La experiencia de los soldados veteranos de la Guerra del Pacífico fue un factor decisivo para la actuación militar del país.

En los Estados Pacíficos, la propaganda anti-comunista casi no se hizo falta, ya que cientos de miles de voluntarios se enlistaron en las fuerzas de los EPA para luchar contra los soviéticos en Rusia. Si bien el resentimiento hacia sus amos japoneses era grande, el odio y el temor hacia el comunismo lo opacaban. La primera guerra del joven país.

No obstante, los veteranos ex-estadounidenses y ex-canadienses serían obligados a ir al frente en contra de su voluntad, algunos hasta llegarían a Asia en barcos-prisión.

A partir de ahí y el resto de las décadas siguientes, los soldados pacíficos serían enviados masívamente al Lejano Oriente a combatir no solo contra los rusos, sino también contra la resistencia china y de otras naciones, en una desesperada, amarga e interminable guerra de guerrillas, que causará estragos en la sociedad pacífica, contribuyendo al alzamiento de la rebelión pro estadounidense-canadiense anti-nipona.

Los reportes, noticias, crónicas, etc., del heroísmo y la valentía de los soldados pacíficos en el frente ruso contribuirían a la construcción de un espíritu de pertenencia y nacionalidad al recién formado país, el nacimiento de la unificación como nación.

Guerra de Vietnam

En 1950, la Guerra de Vietnam empezó a convertirse en una masacre para las tropas japonesas, resultando en una humillación nacional e internacional para el Imperio, lo que obligó al alto mando imperial a tomar medidas drásticas contra la guerrilla comunista, que era cada vez más fuerte y numerosa.

Fue entonces que se preparó un gran contingente militar pacífico para ser enviado a Indochina, donde servirían contra los vietnamitas rebeldes comunistas de Hồ Chí Minh. Muchas de las tropas veteranas de la Segunda Guerra Mundial se mostraban deseosas de matar gente de raza amarilla, como lo eran los japoneses, en un extraño tipo de consuelo al no poder rebelarse contra sus amos amarillos.

Prisioneros de guerra aliados

Como los prisioneros de guerra perdieron su ciudadanía americana o canadiense con la derrota, hubo un problema entre los alemanes y los japoneses sobre qué hacer con aquellos prisioneros que no hayan nacido o no pertenezcan al territorio en el que se encontraban.

Ejemplo general: los prisioneros neoyorkinos, que estaban prisioneros en California por las tropas japonesas, esperaban volver a su estado natal, Nueva York.

No obstante, no hubo repatriaciones en los primeros años de la post-guerra por parte de ningún bando, puesto que estos prisioneros o se encontraban internados en campos de trabajos forzados o estaban prestando auténtico servicio militar a su nuevo Estado (Estados Pacíficos, Unión Americana).

Los japoneses tuvieron muy pocos prisioneros de guerra, en comparación con Alemania en la nueva Unión Americana, puesto que ellos impusieron el servicio militar forzado a la gran mayoría de los prisioneros.

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