Wikia El Nuevo Orden
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—Lema racista de la ALN


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—Lema racista de la ALN


Alianza Libertadora Nacionalista
Cóndor de la ALN
Eslogan "Jerarquía y orden"
Ideología

Aliancismo:

  • Ultranacionalismo
  • Militarismo
  • Anticomunismo
  • Antijudaísmo
  • Sentimiento antijaponés
Posición Fascismo
Sede San Martín 398, Buenos Aires
Estado Bandera de Argentina República Argentina
Colores Negro
Organización
estudiantil
Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios
Publicación Combate
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La Alianza Libertadora Nacionalista es un grupo y partido ultranacionalista argentino y el segundo con más militantes y peso de toda la República Argentina, solo detrás del Partido Peronista. Sus miembros son llamados aliancistas. Forma parte del fanatismo religioso católico y postula la creación de un Imperio Argentino ultracatólico.

Tuvo su auge durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que los aliancistas consideran como su bautismo de fuego, donde se forjó la Argentina verdadéramente independiente. Es en esta época donde los miembros de este grupo siguen casi ciégamente la imagen de un general Perón (quien no era su líder) que les da sueños de nacionalismo, de una Gran Argentina. La ALN se encargó, como ayuda al gobierno de la Revolución del 43, de reclutar tropas filo-fascistas o de extrema derecha en los países ocupados por las fuerzas argentinas, generálmente en Chile y en Brasil, para apoyar el enorme esfuerzo bélico que esta guerra requería. Además de su colaboración con el gobierno, las fuerzas paramilitares aliancistas también cometieron masacres contra judíos, gitanos y negros por todo el continente (incluso en la zona de ocupación argentina de los Estados Unidos).

Ideología

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—Anti-imperialismo de la ALN


Sus miembros, al ser profúndamente católicos, exigían que el catolicismo fuera la religión oficial del Estado argentino. Abogaban por el corporativismo, admirando el régimen fascista de Benito Mussolini. La disolución de todos los partidos políticos y la implantación de una dictadura era esencial. Sus enemigos eran el comunismo, el liberalismo, la democracia y el marxismo. Quizás lo más destacable de la organización era su antiimperialismo anglosajón (británico y estadounidense), razón que llevaba a desear que el Eje ganara la guerra y terminara con el Imperio Británico y los "entrometimientos yanquis" en Latinoamérica.

Sin embargo, en lo económico postula limitar la propiedad privada, colocar a los grandes capitales bajo el control federal para que el Estado "evite que el egoísmo individual lesione las conveniencias generales", y nacionalizar el petróleo y los servicios públicos. A pesar de su anticomunismo, el programa incluye una especie de reforma agraria, a través de la división en parcelas de los latifundios y las tierras fiscales, para que "quienes posean la tierra puedan trabajarla y quienes trabajen las tierras puedan poseerla". Además, también a diferencia del nacionalismo aristocratizante, plantea el acercamiento a otros pueblos de América Latina.

Se saludan con el saludo romano, como casi todos los movimientos fascistas y se caracterizaron por sus despiadadas brutalidad y crueldad contra los opositores al fascismo y a Perón. Desarrollaron un fuerte antijudaísmo transmitido por el nazismo, que se acentuó extremádamente al entrar la Argentina en la guerra.

Sin embargo, con el paso de las décadas, el movimiento adquiriría un débil pero latente sentimiento anti-peronista, antiperonismo marcado por la decisión de Perón de tomar distancia de una Alemania en la que desconfiaba. La germanofilia de los miembros creció al convertirse Alemania en la primera súperpotencia de todo el mundo. La tardía llegada de la Guerra Fría, "un conflicto entre Occidente y Oriente", además de marcar aún más esa germanofilia, creará el sentimiento antijaponés en los miembros. Pero también verá nacer una facción, en el mismo grupo, que defiende la idea de la Argentina como centro del mundo. Este anhelo dará origen al famoso término Imperio Argentino.

La Argentina imperial

La incorporación de la Ciudad del Vaticano al Imperio de Italia alarmó enórmemente a la Alianza. La caída del catolicismo (y del cristianismo en sí) en Europa, propiciado por los regímenes fascistas europeos, logró que los aliancistas decidieran distanciarse del ateísmo fascista de aquellos. La admiración por Alemania, cuyo gobierno había urdido al italiano a anexar el Vaticano, quedó sepultada.

El principal efecto (al que se llamó la "ola cristiana") en el mundo católico no alemán, especiálmente en la ALN, fue una "brutal y fanática" reafirmación de las sagradas creencias católicas apostólicas romanas. Es así como surge el proyecto de una Argentina imperial, cuyo gobierno, encabezado por un Emperador de los argentinos, justificara su poder con la devoción a Dios. Incluso, la antigua organización paramilitar es reemplazada por los Templarios Imperiales (en honor a los caballeros templarios).

Visión sobre Japón

Durante la guerra, la Alianza tenía a Japón como el mejor ejemplo de la lucha contra los imperialismos, pues el Imperio había atacado las colonias europeas y las había "liberado" (en Estados títeres). Pero los crímenes cometidos en Norteamérica durante su invasión hicieron que los aliancistas dejaran de lado aquella admiración. Además, la Esfera era vista como una mezcla de diversas religiones, asiáticas, hecho que llegaba a causar repulsión en los cristianos.

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